A la Asamblea como sea vs. a la Asamblea en democracia

“A la Asamblea como sea” es el lema que está utilizando el presidente Nicolás Maduro para tratar de motivar, o más bien arengar, desesperadamente a su militancia en vísperas de las próximas elecciones parlamentarias.

Presidente Nicolás Maduro, el significado de esta consigna no es nada novedoso. Le invito a que hagamos un poco de memoria. No olvide que en la búsqueda del poder su tolda política, ejerciendo la lógica del como sea, la madrugada del 4 de febrero de 1992 intentó un golpe de Estado comandado por varios oficiales medios de las Fuerzas Armadas, que hoy están ejerciendo funciones gubernamentales. En esa época la doctrina del como sea estaba en ciernes hasta que se convirtió en la línea política permanente del gobierno, lo cual por elemental lógica no es nada democrático.

El como sea se convirtió en un principio. Sí, no vaya a pensar que se trata de un sarcasmo. Desde el 2 de febrero de 1999 hasta hoy, el movimiento político al cual usted pertenece ha hecho las cosas como sea. Como sea, planificaron la economía venezolana, lo cual trajo como consecuencia que el ex vicepresidente de Planificación chavista Jorge Giordani dijera durante una entrevista en el portal web Aporrea que en Venezuela no existe un modelo económico y que no hay “direccionalidad” o liderazgo sobre la situación económica del país que sufre, asegura, de una “distorsión grave”. Por si fuera poco, a través de prácticas corruptas empresas de maletín solo en 2013 saquearon al país más 25.000 millones de dólares en importaciones ficticias, y  por los efectos de ese saqueo no tenemos acceso a divisas para comprar alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad.

La filosofía del como sea también ha sido utilizada en el diseño de políticas públicas. Presidente Maduro, en materia alimentaria cada vez es más difícil consumir los alimentos esenciales, por los efectos devastadores del desabastecimiento y la inflación. El aprovisionamiento de lo más básico se enfrenta con dos obstáculos: no hay, o lo poco que hay subió tanto de precio que no se puede comprar.

El como sea también se utilizó en materia de derechos humanos. En esta materia su gobierno le debe muchas explicaciones a los venezolanos: presos políticos, exiliados, asilados, restricciones ilegítimas a los derechos humanos, represión brutal de las protestas, inhabilitaciones exprés, la infeliz resolución 008610, que establece las normas sobre la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en funciones de control del orden público, la paz social y la convivencia ciudadana en reuniones públicas y manifestaciones.

Tampoco olvide que en la ejecución del como sea, en el país no hay separación de poderes, tal como lo señaló la ex presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estella Morales, al afirmar, en diciembre de 2009, que “la división de poderes debilita al Estado”. El sistema de administración de justicia venezolano no garantiza una tutela judicial efectiva: se sustituyó el derecho penal del ciudadano por el derecho penal del enemigo, se criminalizó la protesta a través de fiscales y jueces sometidos al poder político, el propio TSJ ha colocado obstáculos al ejercicio del derecho constitucional a la manifestación pacífica y sin armas y, para colmo, se han registrado alarmantes casos de tortura.

A través del “como sea” se están aplicando restricciones ilegítimas a la libertad de expresión, al extremo de que la censura y el acorralamiento de la prensa independiente es una política de Estado, expresada sin rodeos en el propósito oficialista de lograr la hegemonía comunicacional. Se criminalizó a los dueños y editores de los medios de comunicación, recuerde los casos de El Nacional, La Patilla y Tal Cual.

La educación superior también fue afectada con la doctrina del como sea. Con el fin de asfixiar a la universidad y propiciar condiciones inviables para su funcionamiento se le adjudicó un presupuesto miserable que ha traído como consecuencia un paro de profesores hasta la fecha indefinido.

El como sea también se utilizó en la política binacional con Colombia. Con el argumento de combatir los efectos perniciosos del paramilitarismo, narcotráfico y contrabando, la primera medida que su gobierno adoptó fue cerrar la frontera de forma improvisada y violenta en contra de los tachirenses y colombianos que allí hacen vida, y se olvidó que la frontera debe ser un límite territorial de fraternización y de oportunidad de trabajo conjunto entre Venezuela y Colombia.

Presidente Maduro, la improvisación, la corrupción y la ineficacia se traducen en la máxima gubernamental: “Como sea”, además, representa la violencia política que pone de manifiesto la intolerancia, la impunidad y el fracaso de las políticas de seguridad pública en combatir de manera efectiva la delincuencia y la criminalidad, y también evidencia las debilidades del sistema de justicia. No olvide que en un gran porcentaje los homicidios quedan en la impunidad, no se investigan ni se judicializan y esto genera más violencia.

La democracia representativa se sustenta sobre el principio de que es el pueblo el titular de la soberanía política y, en ejercicio de ella, elige de forma libre y pacífica a sus representantes para que ejerzan el poder político. Esto supone la existencia de una relación directa entre el ejercicio de los derechos políticos y la vigencia de otros derechos humanos.

Los venezolanos queremos un modelo distinto al como sea. Un modelo encaminado a cambiar la cultura política que usted representa, y mejorar las condiciones económicas de la población, en el cual el diseño de las políticas públicas esté sujeto a la ley , en donde las reformas políticas e institucionales contribuyan a superar la violencia, la pobreza y la corrupción.

Presidente Maduro: el cambio no lo obtendremos como sea. Lo conquistaremos el 6 de diciembre en las próximas elecciones parlamentarias. La fórmula es muy simple: el ciudadano deberá ejercer su derecho al voto, y usted como presidente deberá garantizar que esto ocurra de forma seria, democrática, en paz, sin violencia, ni atajos.

http://www.el-nacional.com/opinion/Asamblea-vs-democracia_0_749325270.html